Ayer miércoles 13 de marzo, presenciamos un nacimiento en el Reino de nuestro bendito amado Jeús, fue un parto sobrenatural, enteramente controlado por el Espíritu Santo, llegó al Reino de la luz de Cristo Marlen, llegó como suelen llegar los recién nacidos, sin saber donde estaba, ni que significaba todo aquello, fue maravilloso poder contemplar con nuestros ojos el amor de Jesús por su creación, como El planificó hasta el último detalle de este nacimiento, solo había que estar dispuestos, estar en el lugar, a la hora señalada y todo ocurriría, bendito sea nuestro Redentor, nuestro amado Jesucristo, a El sea toda honra y gloria, su sangre amada lavó y salvó la vida de Marlen, desde ayer y para siempre sea ella bendecida y pueda ahora que puede ver la tierra que fluye leche y miel, pueda entrar y tomar la herencia que hay para ella, Marlen solo hay que creer y verás la gloria de Dios.
Señor Jesús, te damos gracias como tu Iglesia por tu amada hija y pedimos para ella y su familia la bendición y plenitud en tí amado nuestro. Amén
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