Entrar a un taller, nunca me lo había imaginado, martillazos, sechurro, barniz, pulido, una y otra vez, hasta que el mueble quede hermoso y útil para ser usado y puesto en el lugar que será necesario.
Hay una canción de adoración "El taller del Carpintero", muchas veces decimos que deseamos ser usados por Dios, y entregamos nuestra vida a su servicio, pero así como estamos somos poco útiles, aunque tenemos el potencial, tenemos el sello de garantía, podemos mas, y como estamos entregados, Dios nos toma y nos hace entrar a su taller, enseñanza...mientras mas luego aprendes, mas pronto sales y mientras mas pronto sales, mas pronto volveras a entrar...uuuuf , en el taller hay fuego, para ablandar, hay metales para pulir, hay cuchillos que sacar lo imperfecto , hay limpieza.
Dios dice, tú eres hermoso para mi, nos ve desde la Eternidad, y comienza a hermosearnos, pule, limpia, saca, corrige, modela, martilla, martilla otra vez, otra vez.....
Todos queremos entrar al taller del Carpintero, ahora estoy allí, pero lo mejor...ESTOY CON ÉL...en su taller....Gracias por ser una pieza delicada para tí Maestro.